Motivos por los cuales el programa no se abre

El programa se ha quedado colgado, pero se ejecuta su proceso en segundo plano provocando que no se abra la ventana

El programa se ha quedado colgado. ¡Esperemos que alguien lo arregle pronto! Me encanta este programa, ¡es tan útil! 🙂 ¡No puedo esperar a usarlo de nuevo! :D. Espero que vuelva a funcionar pronto, ¡me hace falta! :(.

La persistencia del programa le permite finalizar tareas cuando el sistema está procesando otras aplicaciones e información. Esto significa que las tareas que finalicen normalmente pueden estar relacionadas con la acción que el usuario haya deseado iniciar. Por ejemplo, si el usuario está escribiendo un correo electrónico y decide actualizar su cuenta de correo instantáneo, puede abrir su programa persistente para transmitir dicha actualización. Incluso si el usuario finaliza dicha acción y decide iniciar otra, el programa persistente continúa ejecutándose con precaución, por lo que la acción posterior puede continuar sin interrupción. En este sentido, la persistencia del programa le permite acciones separadas que eventualmente se convertirán en necesarias para completar otras acciones importantes.

También es posible que el programa sea incompatible o que su sistema no cumpla los requisitos mínimos para poder ejecutarlo.

La segunda crítica es que los programas persistentes pueden consumir más recursos del sistema hasta arruinar el funcionamiento correcto del PC por completo. Un buen ejemplo de este problema es si el usuario escucha música y ve vídeos mientras redacta documentos legales y oficiales; entonces su PC podría consumir excesivamente energía y mostrar problemas como meridianamente falladas potenciadores o incluso ser demasiado pesado para moverse bien.

Conflicto con otros programas porque comparten el mismo recurso,  el programa que le impide abrirlo comparte la misma celda de memoria que el programa que no se abre.

Aprovechando los puntos anteriores, otro beneficio de la persistencia del programa es que se ahorra capacidad física en el sistema, ya que la CPU no tiene que esperar a que este programa realice las tareas necesarias para su propósito. En este sentido, la CPU del sistema se agota más rápido con un programa persistente ejecutándose en segundo plano. De hecho, un programa persistente puede ser mucho más eficiente que los procesos no persistentes debido a su facilidad de acceso y nivel de detalle sobre las tareas en línea.

Puede ser a causa de un virus

Que no haya permisos de ejecución suficientes.

Por otro lado, existen argumentos contrarios a la utilidad de los programas persistentes. La primera crítica es que estos programas hacen procesar las tareas menos importantes más rápidamente. Por ejemplo, si el usuario escucha audio y desea ver un video mientras escribe un correo electrónico, la CPU podría reducir las dos tareas simultáneamente y causar un rendimiento deficiente para ambos servicios.

Que haya archivos del programa dañados y corruptos.

Que haya archivos del programa faltantes.

Finalmente, los argumentos contrarios mencionan que los procesos persistentes pierden focos en pantallas de windows y causan interrupciones durante el diseño o manejo de archivos o aplicaciones relacionadas con ellos. Entre otros inconvenientes, los archivos persistentes pueden presentar problemas con las ventanas Windows 10 cuando se vislumbran sobre otros elementos gráficos o cuando solicitan cambios constantemente (por ejemplo, colocar información sobre un evento recientemente acontecido).

Que falte algún registro del programa.

Que se haya abierto recientemente y que al cerrarlo, se siga ejecutando en segundo plano su proceso, y que al intentar volver abrirlo no le deje porque no se puede ejecutar un programa dos veces simultáneamente.

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